Estas acciones pueden tener un impacto significativo en la salud mental y el bienestar emocional del individuo
Las empresas de recobro de deudas, en su esfuerzo por recuperar lo adeudado, a veces cruzan la línea legal y ética al emplear tácticas intimidatorias, incluyendo amenazas o la creación de un clima hostil. Estas prácticas no sólo son contraproducentes, sino que también pueden constituir violaciones de los derechos personales del deudor.
Entendiendo las amenazas y el clima hostil
Las amenazas y la creación de un ambiente hostil pueden manifestarse de diversas maneras, incluyendo llamadas telefónicas agresivas, mensajes amenazantes, y el uso de lenguaje que induce miedo o estrés en el deudor. Estas acciones pueden tener un impacto significativo en la salud mental y el bienestar emocional del individuo.
Marco legal
El artículo 172 del Código Penal español establece claramente que las coacciones, incluidas las amenazas para compeler a alguien a hacer algo que no desea, constituyen un delito. Además, la Ley Orgánica 1/1982 sobre el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, protege a los individuos de acciones que puedan atentar contra estos derechos.
Cómo actuar frente a amenazas o clima hostil
- Documentación: Es crucial documentar todas las interacciones con la empresa de recobro, incluyendo fechas, horas, y el contenido de las comunicaciones, especialmente aquellas que contengan amenazas o lenguaje hostil.
- Comunicación Directa: Aunque puede ser difícil, intentar una comunicación directa con la empresa para expresar cómo sus acciones afectan tu bienestar y solicitar un trato respetuoso puede ser un primer paso.
- Asesoramiento Legal: Buscar asesoramiento legal es esencial para entender tus derechos y las opciones disponibles para responder a estas prácticas abusivas.
- Denuncia: Presentar una denuncia ante las autoridades competentes, como la policía, puede ser necesario si las amenazas constituyen un delito de coacciones según el Código Penal.
Modelo de escrito para enviar a la empresa de recobro
[Su Nombre]
[Dirección]
[Número de Teléfono]
[Correo Electrónico]
[Fecha]
[Nombre de la Empresa de Recobro]
[Dirección de la Empresa]
Estimados señores:
Me dirijo a ustedes en relación a las recientes interacciones que he tenido con su empresa respecto a la cuenta número [número de cuenta o referencia de la deuda], las cuales han sido, lamentablemente, menos que profesionales y respetuosas. He recibido comunicaciones que considero amenazantes y que han creado un clima hostil, lo cual es inaceptable y contraproducente.
Quiero recordarles que, de acuerdo con el artículo 172 del Código Penal, las coacciones y amenazas para compeler a alguien a realizar una acción contra su voluntad constituyen un delito. Además, la Ley Orgánica 1/1982 protege mi derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
Por lo tanto, solicito de manera formal y urgente el cese inmediato de estas prácticas. Espero que podamos proceder de una manera más constructiva y respetuosa de aquí en adelante. De no ser así, me veré obligado a tomar las medidas legales necesarias para proteger mis derechos, incluyendo, pero no limitándome a, presentar una denuncia ante las autoridades competentes.
Agradezco su atención inmediata a este asunto y espero que podamos encontrar una solución que respete los derechos y la dignidad de todas las partes involucradas.
Atentamente,
[Firma (si es posible)]
[Su Nombre]
Este modelo de escrito está diseñado para comunicar de manera firme y clara tu posición frente a las tácticas intimidatorias empleadas por la empresa de recobro, recordándole tus derechos y las posibles consecuencias legales de continuar con estas prácticas. Es importante personalizar cualquier detalle para que se adapte específicamente a tu situación y, si es necesario, buscar asesoramiento legal para reforzar tu posición.
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Marta Bergadà
Abogada, especialista en Derecho concursal y en la Ley de la Segunda Oportunidad, máster en Derecho concursal y socia fundadora de Bergadà Asociados
