La pareja también perdió su vivienda y durante años ha sufrido el acoso de la entidad bancaria a la que debían los préstamos
El Juzgado de Primera Instancia número 6 (mercantil) de Lleida ha perdonado una deuda de 625.632 euros a un matrimonio el cual se vio afectado directamente por la crisis de 2008, ya que tuvo una bajada de clientes en sus negocios que propició el cierre de estos, lo que hizo imposible que pudiera hacer frente a los préstamos que habían solicitado antes de sufrir dicha situación, llegando incluso a perder su vivienda habitual. De este modo, mediante el correspondiente auto, el juez aplica a la pareja, clientes de Bergadà Asociados, la Ley de la Segunda Oportunidad mediante la cual les ha exonerado del pasivo insatisfecho.
En cuanto a los hechos, el matrimonio recuerda que durante años trabajó mucho en su negocio estando al día pagos y obligaciones. De hecho, iba bien por lo que en 2007 decidió ampliarlo y cambiar su vivienda habitual. Pero sus problemas comenzaron al año siguiente con la crisis que se originó en el sector inmobiliario y en la construcción, y que acabó afectado al resto y a todo el país.
El número de clientes cayó drásticamente y no había ingresos, lo que provocó que no pudiera hacer frente a los préstamos que solicitamos para los nuevos negocios y a la hipoteca de la nueva casa, expresan. De hecho, la abogada y socia fundadora de Bergadà Asociados, Marta Bergadà, quien ha llevado el caso, señala que «muchas familias se vieron, de la noche a la mañana, sin nada y en una situación muy complicada».
De este modo, y debido a los intereses, se vieron abocados a una situación de insolvencia absoluta. Además, hicieron el esfuerzo de hacer frente a los pagos, pero les fue imposible realizarlos y también se encontraron con la negativa del banco de renegociar los préstamos que tenían. Finalmente, la entidad bancaria se acabó quedando su vivienda. A ello, hubo que sumarle las llamadas constantes del banco para que hicieran frente a la deuda, lo que supuso también un acoso. Por su parte, Bergadà comenta que «las entidades bancarias sólo piensan en su propio interés, sin ponerse en la piel de los que tienen una deuda y que por esa situación de insolvencia lo están pasando muy mal».
Además, el matrimonio estuvo años preguntando a abogados si era posible el perdón de las deudas, pero por desconocimiento les decían que no era viable. Pero todo cambio en el año 2020, cuando el hombre vio una noticia en la cual se le había perdonado una deuda a una persona gracias a dicha a la Ley de la Segunda Oportunidad y el caso lo había llevado Bergadà Asociados, por lo que la pareja decidió apostar por el despacho ubicado en Agramunt y especializado en dicha ley. Así pues, tras un primer estudio de la situación se inició el procedimiento. Por ello, señalan que, pese al sufrimiento, el trato desde el inicio ha sido muy cercano.
La buena noticia llegó recientemente, hace apenas un mes, cuando el magistrado del Juzgado de Primera Instancia número 6 (mercantil) de Lleida emitía el correspondiente auto en el cual perdonaba las deudas que tenían mediante la Ley de la Segunda Oportunidad. Tras ella, señalan que aún están asimilando dicha noticia y se muestran agradecido por la labor realizada por Marta Bergadà y su equipo, ya que les permite tener un nueva vida sin ninguna deuda.
Por su parte, Marta Bergadà recuerda que «todavía hay muchas familias afectadas por la crisis de 2008 y tienen que saber que se les pueden perdonar las deudas si son deudores de buena fe. Hay que dar a conocer la Ley de la Segunda Oportunidad, porque está en nuestras manos que puedan tener un futuro estable y de plena normalidad».