Internet ha generado un nuevo marketplace, un punto de encuentro en el que intercambiar productos y servicios con unas posibilidades de alcance, costes y escalabilidad desconocidas hasta hace pocos años. Desde gigantes empresariales hasta autónomos y micropymes pueden aprovechar la red para vender.
Tal como cuenta Ximena Roe, Internet ” permite que una pequeña organización pueda desarrollar sus acciones decomercialización en condiciones similares a las de cualquier multinacional.” Las ventajas de la publicidad online son evidentes: segmentación de públicos, posibilidad de modular presupuestos en función de nuestra capacidad financiera, posibilidad de medir los resultados…
Sin embargo, vender por Internet, no es sólo hacer publicidad de tu producto para vender a la manera tradicional. Se trata también de aprovechar la red como un nuevo canal de venta, abierto las 24 horas, los 7 días de la semana y en todo el mundo. Hacerlo no es quizás evidente, pero tampoco hace falta ser un geek de la informática para conseguirlo. En el artículo Leer, ver, aprender, y probar para vender por Internet, encontrarás distintos recursos para aprovechar esta oportunidad de venta.
Para vender, necesitamos diferenciarnos de nuestra competencia. Para lograrlo hemos de generar una marca, y de ello se ocupa el branding. Bajo esta palabra, no se encuentra un mundo arcano de difícil comprensión. Al contrario, Pilar Gatell nos habla de la sencillez como clave del branding. Nos quedamos con este fragmento: “Lo obvio es lo evidente para todo el mundo ( y nuestros clientes son parte de todo el mundo). Lo evidente es más fácil de memorizar, y, además, se transmite de una manera más directa. Tiene, también, la virtud de llegar a un público más amplio.”
Por otra parte, tal como dice María Arango, “es probable que no nos demos cuenta (…) pero permanentemente estamos vendiendo y comprando, de forma tácita o explicita.” Lo más probable es que nos digan que no, pero debemos convertir ese “no” en una motivación para convertirlo en un sí. De esta forma aprenderemos a vender, sea lo que sea lo que vendamos. Porque, como explica en el artículo, “no siempre la moneda de cambio es el dinero”. Y no todo lo que se vende son productos o servicios tradicionales….
A través de la red se pueden vender tanto productos físicos, como servicios y, por supuesto, productos digitales o infoproductos. Todo puede ser vendido en Internet, incluso el propio dinero. Internet ha dado lugar a la creación de nuevas monedas digitales, la más famosa de las cuáles es el bitcoin.
En esta entrevista, Álex Puig nos explica que el bitcoin no es sólo una moneda, sino un protocolo que permite la creación de nuevas relaciones económicas. Como ventajas de la nueva moneda expone la posibilidad de efectuar “transacciones gratuitas, inmediatas, seguras e irreversibles”. En su opinión, el bitcoin augura una nueva revolución. Después de Internet y el Internet de las cosas llega “el Internet del dinero”.
Y si el dinero se puede crear, vender y comprar por Internet. ¿Queda algo que no pueda venderse en la red? Quizás, pensemos, lo único que no se puede vender son personas. Pero nos equivocaremos. No os asustéis, no estamos hablando de esclavismo, ni siquiera de datos personales que tanto preocupan en el entorno digital. Nos referimos al hecho que Internet nos ha puesto a nosotros mismos en un escaparate global en el que proyectar nuestra identidad. De ahí nace el concepto “identidad digital” y “marca personal.
Tú mismo estás en venta en la red donde puedes exhibir tus capacidades profesionales, tus conocimientos, tus proyectos y convertirte en un punto de referencia, como nos recuerda Caterina Benito en 5 claves para vender tu marca personal, “tu eres el mejor embajador de tu marca y debes cuidar todo, desde tu discurso en redes hasta la gráfica de imágenes y el contenido que compartes para que sea coherente con los valores que quieras transmitir, ya sean profesionales o personales.”
Quizás pienses que esto de vender por Internet sea sólo una moda, y que pasará. Pudiera ser, aunque no nos lo parece. Lo que sí parece es que el sector de la moda también se ha subido al carro de la tecnología. La semana que viene hablaremos de moda y de las oportunidades de negocio que se abren en este sector, tanto en el entorno online como offline. Esperemos que emprender nunca pase de moda.