Entre abril y junio de 2014, hubo en España 9.611 ejecuciones hipotecarias, sobre viviendas habituales, más de 100 diarias. En este post alerto de los peligros de vivir endeudado y aconsejo no asumir riesgos excesivos. Sin embargo, a pesar de la prevención, pueden surgir imprevistos que impidan a los consumidores particulares afrontar sus compromisos.
La actual crisis económica ha abocado a miles de familias a encontrarse con importantes deudas pendientes, incluso después de haber liquidado todo su patrimonio, que les impiden llevar una vida digna y les conducen hacia la exclusión social.
.Además, la situación está lejos de remitir. Según los últimos datos del INE, en el segundo trimestre del 2014 las ejecuciones hipotecarias se incrementaron un 14%, frente al mismo periodo del año anterior. Todo ello a pesar de que, según datos oficiales, la morosidad del sistema financiero se mantiene estable en niveles del 13,15%.
Sin embargo, esta discrepancia entre los datos oficiales sobre morosidad bancarias y aumento de hipotecas, se debe principalmente a los cambios metodológicos aplicados por el Banco de España. Sin tener en cuenta dichos cambios, la tasa de mora sería del 16,47%.
Antes de la crisis se situaba en el 1%.
No mostrar comprensión con los endeudados puede acabar haciendo añicos el desarrollo del país
Por tanto, la situación no invita al optimismo. La crisis sigue provocando situaciones desesperadas, para muchos de los que se endeudaron, principalmente aquellos que lo hicieron en plena burbuja inmobiliaria. Según el INE, el 63,4% de las ejecuciones hipotecarias corresponden a hipotecas firmadas en el período 2005-2008.
La normativa vigente no incluye medidas que en estos casos permitan al consumidor reconducir su situación.
Es necesario regular un procedimiento de insolvencia personal para familias, particulares y consumidores que, actuando de buena fe, caen en una situación de sobreendeudamiento que les impide liquidar sus deudas. Igual que ya existe en otros países de nuestro entorno, y tal y como llevamos años solicitando, en España debería elaborarse un plan de protección para los consumidores endeudados que les deje abierta una vía de esperanza.
Post redactado en la Editorial de OCU
La cuestión es que las personas, son consideradas estadísticas….. algo habrá que hacer. La educación financiera para los consumidores, desde luego que es primordial…Pero, y la ética para entidades bancarias y gestores del Estado?
Ésto de la ética bancaria dista mucho de lo deseado, Juana