La mujer sufre fibromialgia y tuvo que hacer frente a todos los gastos familiares, ya que tras el divorcio el hombre nunca abonó las medidas económicas acordadas
El juzgado de primera instancia número 6 (mercantil) de Lleida ha perdonado una deuda de 63.923,18 euros a una vecina de Preixana, M. P. P. S., la cual había avalado un crédito solicitado por su exmarido y otros socios para una sociedad mercantil. En este sentido, en el correspondiente auto el juez aplica la Ley de la Segunda Oportunidad y, por lo tanto, exonera del pasivo insatisfecho a la clienta de Bergadà Asociado, despacho ubicado en Agramunt.
En cuanto a los hechos, el hombre era socio de una empresa que se dedicaba a la venta y distribución de correas y bandas. En el año 2001 pidió un crédito que ascendía a 60.000 euros y éste fue avalado por la que por aquel entonces era su mujer. «De hecho en su momento vendí todo lo que tenía para ayudarles», explica ella.
Cuando la mercantil quebró se siguió un procedimiento contra sus socios y M. P. P. S., pero los socios eran insolventes, razón por la cual la ejecución se dirigió contra la clienta de Bergadà Asociados. «Durante los últimos años fue abonando las cantidades de la deuda hasta que sus capacidades económicas se lo permitieron», explica la abogada que ha llevado el caso y socia fundadora del despacho, Marta Bergadà.
Tras la separación y el divorcio de su expareja, la mujer se quedó al cuidado de sus dos hijos. Pese a que se establecieron unas medidas económicas de 500 euros mensuales que tenía que abonar el progenitor, éste nunca las cumplió y M. P. P. S. tuvo que costear todos los gastos del núcleo familiar. De hecho, el hijo menor padece dislexia y todos los tratamientos y especialistas han sido sufragadas únicamente por ella. «Incluso, vendí la casa en la que vivíamos para poder salir adelante, ya que llegó un momento en el que no podía pagar nada. Por suerte, siempre he tenido el apoyo de mi familia que me ha ayudado cuando más lo necesitaba», expone la mujer.
Tras verse abrumada por la difícil situación que estaba viviendo, y siendo cada vez más difícil asumir el pago de los créditos, cayó en una depresión y posteriormente se le diagnosticó una fibromialgia. Esta situación le llevó a tener que dejar su trabajo de interina en Correos.
Después de un tiempo de reposo, empezó a realizar voluntariados en distintas fundaciones sociales, trabajando por horas y por un salario simbólico el cual destinaba al mantenimiento familiar. «Cobraba como máximo unos 600 euros y la situación era totalmente insostenible», indica.
Durante este periodo de tiempo empezó a preparar las oposiciones de Correos y en el 2022 las aprobó. «Pese a mejorar mi situación económica, no podía seguir afrontando el pago de las deudas, ya que desde el primer momento se me embargó la nómina y tenía que mantener mi sustento y el de mi hijo que vive conmigo», comenta la mujer.
Por esta razón, siguió necesitando el apoyo de sus familiares y amigos para que la ayudasen a seguir adelante. Paralelamente, Marta Bergadà comenta que «esta situación también le generó un gran estrés que agravó su enfermedad. Es más, la situación se volvió tan sostenible que hasta el entorno familiar pasó momentos delicados causados por un gran derrumbe emocional».
Fue a mediados de febrero cuando se puso M. P. P. S. se puso en contacto con Bergadà Asociados y les expuso su caso. «Conocí el despacho que dirige Marta Bergadà porque una amiga mía me habló de él tras leer en la prensa que a un hombre de Preixana le habían perdonado una deuda muy superior a la mía y me insistió que fuera. Yo desconocía la Ley de la Segunda Oportunidad y en cierto modo desconfiaba por ese desconocimiento que tenía», recuerda.
Tras analizar el caso y ver que era factible la exoneración del pasivo insatisfecho con la Ley de la Segunda Oportunidad, Marta Bergadà y su equipo prepararon toda la documentación necesaria y en apenas tres meses el juez emitía el correspondiente auto con el cual le perdonaba la deuda contraída. «Ha ido todo muy rápido. De hecho, no me imaginaba que fuera a ir así. Estoy muy contenta y, por este motivo, a todas aquellas personas que se encuentran en una situación de insolvencia les recomiendo que se pongan en contacto con Bergadà Asociados, ya que se puede salir adelante y ver el futuro con mucho optimismo», concluye.
Por su parte, Marta Bergadà reflexiona que «son muchas las personas que se ponen en contacto con Bergadà Asociados tras verse sorprendidas al tener que hacer frente a una deuda que habían contraído en su momento tercera personas y que habían avalado. Pese a ello, tal y como establece la Ley de la Segunda Oportunidad, si son deudores de buena fe con el correspondiente procedimiento pueden quitarse de encima esa pesada carga de la insolvencia que tanta angustia y desespero les provoca y empezar de cero».