Había pedido préstamos y tarjetas para hacer frente a las deudas de su trabajo como autónoma y los gastos diarios pero no pudo asumirlos
El Juzgado Mercantil número 1 de Almería ha perdonado una deuda de 16.086,76 euros a una mujer cuya situación de insolvencia se originó tras adquirir una vivienda y emprender un negocio. En este sentido, el juez exonera del pasivo insatisfecho a la clienta de Bergadà Abogados, despacho especializado en Derecho concursal, gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad.
En cuanto a los hechos, en el 2018 la mujer, tras separarse de su pareja, tuvo acceso a la compra de una modesta vivienda a través de una empresa comercializadora de los activos de un banco, compraventa en la que no se requería de entrada, y pudo aplazar prácticamente toda la totalidad del precio. De hecho, se pagaron 1.122,22 euros en el acto y el resto de la cantidad pendiente quedó aplazado a través de subrogación de hipoteca. «Como cualquier persona, yo soñaba con tener mi propia vivienda y en ese momento pude adquirir una, lo que supuso una gran alegría», recuerda.
Aquel mismo año emprendió un negocio como autónoma de limpieza de centros deportivos, colegios, comunidades, oficinas, etcétera. En ese periodo solicitó varios préstamos para atender las necesidades de inversión del negocio, dentro de la campaña Andalucía Emprende, que facilitaron su acceso al crédito, préstamos que posteriormente no pudo atender, ya que ascendían a la cifra aproximada de 16.000 euros.
Además, nunca tuvo trabajadores a su cargo, por lo que atendía las necesidades del negocio en solitario. Incluso, al tener un hijo tan pequeño y cuidarlo ella sola le fue muy difícil compaginar todas las tareas. Así, se adaptó a periodos nocturnos y a llevarse al pequeño dormido en una manta, pues limpiar durante las horas que niño se encontraba en el colegio era insuficiente para la subsistencia. «No me faltaba trabajo, pero casi no descansaba. Además, fue duro el tener que llevar a mi hijo por la noche, mientras yo trabajaba y él dormía, para poder tener dinero y cubrir los gastos«, expresa.
Por ello, tras casi un año como trabajadora por cuenta propia tuvo que desistir del negocio emprendido y volver a trabajar por cuenta ajena. «La compra de un coche para poderme desplazar a los sitios, la hipoteca, los gastos que tenía, la Seguridad Social y un largo etcétera hicieron que la bola de la deuda fuera cada vez más grande. Además, el padre de mi hijo tampoco nos pasaba la cantidad que se había acordado en cuanto a manutención del niño«, expone.
Asimismo, la mujer comenta que «fueron años muy complicados, ya que también tuve que pedir varias tarjetas de crédito con intereses que desconocía que eran tan elevados, porque pensaba que podía ser una solución». Por su parte, la socia fundadora de Bergadà Abogados y abogada que ha llevado el caso, Marta Bergadà, explica que «todo esto le llevo a estar en una situación muy delicada«.
Desde el 2019 fue concatenando diferentes contratos de trabajo con una duración muy breve, impidiéndole tener un trabajo y unos ingresos estables. De hecho, con un suelo que en muchas ocasiones era inferior a los 900 euros mensuales le fue imposible atender la totalidad de la deuda que se había generado.
Y es que, los ingresos de la unidad familiar no le permitían atender las necesidades básicas de subsistencia de ella y su hijo, la cuota hipotecaria, las de los préstamos adquiridos en su periodo como autónoma y los impuestos derivados de la propiedad del inmueble, que también se vio en la obligación de dejar de satisfacer en favor de los gastos de subsistencias básicos. «Con la llegada de la pandemia del coronavirus toqué fondo. Los más duro era cuando mi hijo abría el frigorífico, decía que tenía hambre y yo le decía que no teníamos más de lo que había en ese momento. Incluso, tuve que ir a Cáritas a pedir comida y posteriormente tuve el apoyo del ayuntamiento de la localidad donde residía», expresa la mujer.
Además, comenta que «intenté buscar una solución. Había ido hablar de la Ley de la Segunda Oportunidad y fui al Colegio de Abogados de Almería, pero me dijeron que no había ningún abogado especializado en ella de oficio, lo mismo que me dijeron en Asuntos Sociales. De hecho, nadie me aseguraba que mi caso saliera adelante, porque en mi zona no había ningún letrado especialista«.
Pero su suerte cambió en setiembre del año pasado, cuando un familiar le dijo que había visto en YouTube un vídeo de Bergadà Abogados y que contactara con ellos. «En ese momento me metí en Google y busqué información. Me llamó la atención la propia historia de Marta Bergadà, como había emprendido su negocio, había estudiado Derecho y había creado el despacho especializado en la Ley de la Segunda Oportunidad, por lo que me puso en contacto de inmediato», indica la mujer.
Así, se estableció una primera reunión. Marta Bergadà recuerda que «estaba en una situación extremadamente al límite y con una gran desesperación, pero vimos de inmediato que era una deudora de buena fe, por lo que el caso podía resolverse favorablemente para ella». Por su parte, la clienta de Bergadà Abogados añade que «des el primer momento me sentí muy segura, ya que cada paso y detalle se me iba explicando y me transmitían mucha tranquilidad y confianza. Eso hizo que yo supiera que todo iba a salir bien«.
De este modo, recientemente recibió la noticia en la cual el magistrado el Juzgado Mercantil número 1 de Almería le perdonaba una deuda de 16.086,76 euros gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad. «Cuando me llamaron de Bergadà Abogados fue un momento muy especial. Además, por el Foro de la Ley de la Seegunda Oportunidad de Facebook que gestiona el despacho de abogados hay personas con otros abogados que llevan años esperando la exoneración del pasivo insatisfecho y, en cambio, mi caso se ha resulto muy rápido gracias a Marta Bergadà y a todo su equipo«.
Por todo ello, «ahora tengo un futuro esperanzador y voy a poder centrarme mucho más en mi hijo y en mi, ya que tan sólo voy a tener los gastos de la hipoteca de mi piso y los del día a día. Voy a empezar de cero y con la experiencia que ya tengo sé que todo va a ir a mejor, sobre todo porque voy a tener mucha paz mental«, concluye la mujer.
En este sentido, Marta Bergadà expone que «son muchas las personas que se ponen en contacto con nosotros que están en una situación límite debido a una historia pasada que les ha puesto contra las cuerdas. Han de pensar que la Ley de la Segunda Oportunidad está pensada para ellas, si son deudoras de buena fe, por lo que acogerse a ella se traduce en acabar teniendo un futuro mucho mejor«.