Las cuentas corporativas en Facebook no creen que sus seguidores sepan mucho más que un niño de Primaria, o al menos eso es lo que se puede deducir de algunas de las sorprendentes conclusiones de The Marketing Maven’s Guide to Facebook, el estudio que acaba de publicar la compañía estadounidense de análisis de mercado TrackMaven sobre los contenidos y actividades de los perfiles corporativos en Facebook.
La conclusión que llama más la atención es el nivel de escritura de las páginas corporativas: las empresas escriben como niños de 10 años o como la harían para una audiencia de esa edad.
TrackMaven ha analizado un total 5.804 páginas en Facebook, todas de más de 1.000 seguidores, y un total de 1.578.006 actualizaciones, para poder tener una visión más completa de lo que está ocurriendo en la comunicación entre empresas y consumidores. Después sometieron el contenido al test de comprensión lectora Flesch-Kincaid (una de las herramientas más empleadas para determinar la complejidad de un texto).
La mayoría de los textos publicados en Facebook por las empresas, un 67,3%, están escritos con un grado de complejidad similar al de los textos dirigidos a lectores con una formación igual o inferior a 5º grado (o lo que es lo mismo, un nivel de comprensión lectora de escuela primaria en España). Únicamente un 2,5% de los textos esperan de sus seguidores un nivel de comprensión lectora superior al que podría exigir un texto de nivel universitario o superior.
Por poner un ejemplo claro del nivel de escritura de estos textos, un lector de Moby Dick, la popular novela de Helman Melville, se le está pidiendo una comprensión lectora de nivel similar al Bachillerato. Tiene, en términos estadounidenses, una dificultad lectora de 14º grado. La dificultad de los textos en Facebook no llega ni a la mitad de su dificultad.
Pocas palabras…
Pero no solo lo que hay que leer es fácil, sino que también es escaso. La mayoría de los post están por debajo de las 20 palabras. Los más habituales (un 33,09%) se sitúan entre las 10 y las 19 palabras, seguidos por los que van de 0 a 9 (un 24,12%).
Sin embargo, estas no son las actualizaciones que consiguen tener más eco entre los seguidores de las marcas. A pesar del poco gusto por escribir de sus community managers, cuando más largo sea el post, mayores serán las interacciones. La explicación a este fenómeno, según apuntan desde TrackMaven, puede estar en dos puntos. El primero es el botón seguir leyendo, que despierta interés y tiene el atractivo de que algo más está esperando al fan. El segundo podría ser lo que se denomina el ‘efecto Ikea’, haciendo que los usuarios se sientan más tentados por hacer algo que requiere cierto esfuerzo de comprensión.
A la hora de escribir, sea más largo o más corto, los community managers sienten la tentación de usar palabras que inviten a la interacción. El comparte, dale a me gusta o comenta empujan a los seguidores a hacerlo y hacen crecer las interacciones. Pero, eso sí, no gustan nada a Facebook y su algoritmo penaliza la inclusión de esos términos.
…Y muchas fotos
Y si no se espera que los seguidores lean mucho, siempre queda otro recurso: las fotos. El 88% de los post en Facebook incluyen imágenes, lo que la estadística demuestra que es una decisión más que acertada. No solo Facebook es una red social en la que las fotografías son muy abundantes sino que además consiguen mucho más feedback que cualquier otro contenido.
Las actualizaciones con fotografías consiguen una media de 2,35 interacciones y las que no lo llegan solo un 1,71. Como apuntan desde TrackMaven, las fotos son un 37% más efectivas.