Los estudios estadísticos muestran que las mujeres son excelentes administradoras de las finanzas. Son capaces de superar a los hombres en muchos aspectos, y cada vez es más frecuente que sean ellas quienes estén a cargo de la gestión económica del hogar. El estereotipo de la mujer obsesionada con las compras queda casi siempre desmentido y, por el contrario, se observa que suelen meditar, comparar y planear de manera eficiente sus próximos gastos.
Sin embargo, existen ciertos errores financieros comunes en las mujeres. Conocer estos desaciertos les ayudará a evitarlos y corregirlos en la medida de lo posible, y por ello a continuación se presentan los errores financieros más comunes que cometen las mujeres.
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1. No abordar la economía del hogar
Probablemente, el principal de los errores que comete una mujer es creer que no les corresponde abordar los asuntos de economía. Ellas asumen que no saben lo suficiente sobre finanzas, y por ello dejan que los hombres se encarguen de este aspecto en todo momento.
Al creer que este es un tema que no les concierne, son menos propensas a solicitar consejos o a entablar conversaciones al respecto con amigos o familiares. Les falta la confianza suficiente para tomar el control de la situación, y esta sensación termina por afectar a sus decisiones y, por lo tanto, a su vida financiera.
2. «Exceso de confianza» en los demás
Cuando una persona se siente inferior en materia de finanzas que los demás, puede cometer una equivocación con consecuencias aún más desafortunadas. Muchas mujeres dejan que otras personas las guíen en sus procesos económicos, aceptando que decidan por ellas y cediendo toda iniciativa.
Es más común, por ejemplo, que una mujer firme un documento sin haberlo leído completamente que en el caso de los hombres. En muchos casos no piden explicaciones, ni defienden su posición cuando deben. Saber decir que no, es una actitud de vital importancia cuando se trata de su economía.
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3. Baja tolerancia al riesgo
Por lo general, las mujeres son más perfeccionistas que sus contrapartes masculinas. El problema se presenta cuando esa actitud les impide aprovechar las mejores oportunidades por sentir que no se encuentran totalmente preparadas.
Ellas suelen preferir las opciones seguras, careciendo de la agresividad necesaria para tomar riesgos en su búsqueda por mejores resultados. En las finanzas, ser excesivamente conservador conlleva al estancamiento y, probablemente, a un fracaso en la obtención de sus objetivos.
4. Falta de un dosis de egoísmo
Una de las características más extraordinarias de una mujer, es su capacidad de pensar en los demás antes que en ella misma. La mala noticia es que, en terreno financiero, esto es un error. Es común, por ejemplo, que las mujeres piensen en ahorrar, pero prefieren después emplear esos ahorros en sus hijos, pareja, padres, o incluso amigos, antes que pensar en su propio futuro.
Las mujeres empleadas exigen menos aumentos de sueldo, y las emprendedoras ponen la economía del cliente por delante de la suya. Cuando se trata de finanzas, es necesaria una dosis de egoísmo. Ninguna persona será capaz de alcanzar sus metas personales si no piensa en sí misma de vez en cuando.
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Por supuesto, los ejemplos aquí mencionados están basados en datos estadísticos y no representan el comportamiento de toda mujer. Aquellas que se identifiquen con uno o varios de los puntos expuestos, podrán tomar las medidas necesarias para mejorar los resultados de su economía. Recuerde que la educación financiera, tanto en hombres como en mujeres, es la base para alcanzar el éxito y la comodidad para usted y sus dependientes.
