El Hombre más Rico de Babilonia es un clásico de la literatura de las finanzas personales, ahorro de dinero, inversión, etc. El autor, George S. Clason, presenta los principios básicos para triunfar en el ámbito financiero. Uno de los capítulos presenta unas leyes del oro que resumen las ideas básicas detrás del cuidado del dinero, y que hemos venido tratando de forma seguida en este Blog.
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A veces, para comprender mejor la razón detrás de las ideas, es mejor ir a los principios más básicos y originales. Los consejos más puntuales pueden ser muy útiles, pero a veces incitan al error de hacer las cosas sin saber bien por qué. Este libro ayuda a volver a considerar los principios más básicos del manejo de finanzas personales.
La primera ley del oro
«El oro acude fácilmente, en cantidades más importantes, al hombre que reserva no menos de una décima parte de sus ganancias para crear un bien en previsión de su futuro y el de su familia».
Adquiera el hábito de ahorrar parte de su sueldo. Lo que no significa ahorrar cuando se pueda y lo que se pueda. Para que “el oro acuda fácilmente” es necesario formar el hábito de ahorrar un mínimo de dinero cada mes, ¡y sin excepción!
Si llega un mes en particular en que necesita más dinero para un viaje o para comprar un teléfono móvil nuevo, acuda a sus ahorros previos, pero no deje de ahorrar el porcentaje de su sueldo que ha establecido. La idea es formarse el hábito, y no dejar de hacerlo bajo ninguna circunstancia.
Ver: Mequedouno.com, ahorrar es para los más listos
La segunda ley del oro
«El oro trabaja con diligencia y de forma rentable para el poseedor sabio que le encuentra un uso provechoso, multiplicándose incluso como los rebaños en los campos».
Es muy recomendable invertir los ahorros generados. Una vez que haya juntado un par de meses de ahorro, o cuando alcance una cifra lo suficientemente alta, es muy recomendable que busque algún tipo de inversión para ese dinero.
Lo idea es comenzar con activos de bajo riesgo, como bonos o títulos de gobiernos (el americano es el más seguro), u obligaciones de empresas que considere seguras y estables.
Cuando su capital sea más abultado aún (si ahorra con disciplina lo alcanzará), también podrá evaluar inversiones en bienes raíces. Aquí aparecen oportunidades muy rentables, ya que hay menos “competencia”, y se trata de una inversión muy segura.
Ver: 10 consejos para invertir
La tercera ley del oro
«El oro permanece bajo la protección del poseedor prudente que lo invierte según los consejos de hombres sabios».
Pero para invertir su dinero es muy recomendable acudir a la ayuda de un profesional. Quizás en su banco o en un amigo puedas encontrar a la persona que entienda sobre inversiones y manejo de capitales, de modo que le ayude a tomar decisiones más sabias.
Lo primero que va a hacer este profesional es intentar identificar el perfil de inversor que usted tiene, de modo de poder armar una cartera de inversiones adecuada para su tolerancia al riesgo y su horizonte temporal (no es lo mismo invertir a los 25 que a los 70 años). También se encargará de crear una cartera diversificada, de modo de disminuir el riesgo total de sus inversiones.
Ver: «Francis te ayuda». Educación Financiera
La cuarta ley del oro
«El oro escapa al hombre que invierte sin fin alguno en empresas que no le son familiares o que no son aprobadas por aquellos que conocen la forma de utilizar el oro».
Pero no alcanza con tener el dinero para invertir, y con la ayuda de un profesional. No hay mejor control para sus inversiones que el que usted mismo puede hacer. Procure siempre entrar en activos que conozca o con los que por lo menos esté familiarizado.
La razón detrás de esto es que las personas que nos apoyan, y los activos que poseemos, cambian con el tiempo, y es importante que usted mismo entienda en dónde está su dinero, y que tenga control efectivo sobre él.
Ver: Ante un ingreso extra, pagar deudas, ahorrar e invertir
La quinta ley del oro
«El oro huyó del hombre que lo fuerza en ganancias imposibles, que sigue el seductor consejo de defraudadores y estafadores o que se fía de su propia inexperiencia y de sus románticas intenciones de inversión».
Finalmente, la última ley avisa del peligro que existe de caer en manos de defraudadores y estafadores, quienes prometen rentabilidades y recompensas gigantescas para tentarnos.
Grábatelo hoy y no te olvides más: ¡No existen formas mágicas y sencillas de hacer dinero! Para ganarlo, siempre va a ser necesario o invertir mucho dinero, o hacer un gran esfuerzo. Cuando algo se ve muy sencillo o demasiado bueno, desconfía.
Ver: 5 pistas para reconocer de inmediato a personas en que no debemos confiar
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