Si bien el informe del grupo de expertos designados por Hacienda recomendaba el mismo tratamiento fiscal a todos los rendimientos de capital, el ministro del departamento Cristóbal Montoro señaló el viernes que la tributación especial del ahorro a largo plazo, actualmente reducida a los planes de pensiones, se debería ampliar a otras figuras como los depósitos bancarios que se mantengan a más de cinco años así como los seguros. Para favorecer a los pequeños y medianos capitales en la futura reforma fiscal, el Gobierno impulsará los nuevos planes «Ahorro 5», instrumentos que podrán adoptar la forma de cuenta bancaria o seguro, siempre y cuando garanticen la restitución de, al menos, el 85% de la inversión. Los rendimientos generados en estos planes disfrutarán de exención si se mantienen un mínimo de cinco años.
Asimismo y como adelantó ABC, el Gobierno limitará las aportaciones con derecho a deducción en los planes de pensiones, si bien Cristóbal Montoro, no especificó los nuevos límites. Ahora el tope es de 10.000 euros para las personas de hasta 50 años y de 12.500 euros para los de mayor edad. La aportación media, no obstante, no llega a los 4.000 euros.
Para el resto de rendimientos del ahorro, las rebajas fiscales se articularán para todos los tramos y en dos tiempos: primero en 2015 y luego por completo en 2016. Así, los rendimientos del capital que se obtienen, por ejemplo, de un depósito bancario o del cobro de dividendos, pasarán de pagar un 21% de IRPF por los primeros 6.000 euros a un 20% el próximo año y un 19%, después, en 2016. En cuanto a las bases imponibles de entre 6.000 y 24.000 euros verán reducido su tipo desde el 25% actual al 22% en 2015 y al 21% en 2016: hasta cuatro puntos menos.
Los más beneficiados por las bajadas de impuestos serán, no obstante, los rendimientos de capital a partir de 24.000 euros y hasta 50.000 euros: hasta seis puntos menos, desde el 27% que afrontan en la actualidad hasta el 22% el próximo año y un 21% el siguiente.