Los libros son una inagotable fuente de conocimientos que, aplicados de forma correcta, pueden hacer cambiar su vida de forma radical. Como diría el famoso pensador estadounidense, Ralph Waldo Emerson: “En muchas ocasiones, la lectura de un libro ha hecho la fortuna de un hombre, decidiendo el curso de su vida.”
Pero, ¿qué es lo que hace que un libro pueda cambiar su vida?
Para que esto suceda, el libro en cuestión debe cumplir dos requisitos. Primero y principal debe cambiar su forma de ver el mundo, ya sea la sociedad, la familia, la economía, la política o hasta su relación de pareja. Segundo, y quizás tenido menos en cuenta, el libro debe incentivarlo a tomar acción de inmediato.
Es decir que [Tweet «para aprovechar realmente todo lo que los mejores libros pueden ofrecerle no basta con solo leerlos y luego tirarlos debajo de la cama»], claro que no. Es imperativo que realice un cambio en su vida y que aplique los conceptos positivos que ha podido extraer de la obra. Déjeme darle un ejemplo:
Un libro muy recomendado y del cual se puede aprender mucho sobre relaciones entre las personas es el famoso “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” de Dale Carnegie. En él, aparecen decenas de consejos y ejemplos de cómo poder mantener relaciones más saludables con todas las personas que forman parte de nuestra vida, ya sean compañeros de trabajo, empleados, jefes o familiares.
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Es seguro que una vez que finalice con la lectura del libro, su mentalidad acerca de la forma de comunicarse y transmitir sus ideas a los demás cambie rotundamente. Pero el cambio apenas está comenzando. Si usted no pone en práctica las diferentes técnicas y consejos, estos irán cayendo en el olvido y pasarán a ser una simple anécdota para contar en una charla entre amigos.
Sucede lo mismo con libros de autores como Robert Kiyosaki o Napelon Hill, los cuales apuntan a la superación personal y prosperidad e independencia financiera. Estas lecturas servirán de poco si usted no toma cartas en el asunto una vez que haya terminado de leerlas. Y la razón por la que la mayoría de las personas falla en este segundo paso es que resulta mucho más fácil y seguro leer sobre cómo mejorar su vida que tomar acción y hacer que esto suceda.
Piénselo solamente, ¿cuántos libros han cambiado realmente su forma de ver las cosas, al menos en el momento en que los leía? Y luego póngase a pensar cuáles de estos libros han cambiado realmente su vida. Seguramente el ratio sea mucho menor a 1. Y es que pasar de la teoría a la realidad no solo resulta difícil y requiere de mucho esfuerzo, sino que corre el riesgo de “asesinar” ese futuro potencialmente fantástico que el libro ha creado en su mente.
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Por eso, para sacar la máxima riqueza de un libro, es indispensable que tome acción. Lea todo lo que pueda,[Tweet » el conocimiento no ocupa espacio»] y nunca sobrará. Pero recuerde ACTUAR, esta es la única forma de provocar un cambio significativo y alcanzar cualquier objetivo que se proponga.
