«Abogados baratos Ley Segunda Oportunidad»
Si has llegado a este artículo, a través de este titular, es porque muy probablemente hayas buscando el Google o en otro buscador, la frase “abogados baratos Ley Segunda Oportunidad”.
Posiblemente sea una de las frases más cotizadas en SEM y una de las que personalmente nunca contrataría.
Espero que como lector de este artículo sepas disculparme por emplear un titular un tanto «engañoso», pero como primer paso para entendernos en las líneas que siguen, de eso vamos a hablar: de “abogados baratos Ley Segunda Oportunidad”.
Fíjate que al referirme a ello, emplearé el entrecomillado, para indicar siempre a la frase clave de la búsqueda que utilizan multitud de personas con problemas económicos.
Y es que, si necesitas acceder al procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad, es que la salud de tu corazón financiero no es lo sana que uno desearía ¿verdad?
Y para sanar, nada mejor que acudir a un buen médico especialista ¿cierto?
Si tienes el corazón enfermo, ¿buscarías en Google “médicos baratos operación a corazón abierto?”.
Probablemente no.
Y si es que si, lamento aventurarte un futuro no muy halagüeño.
Sin lugar a dudas, en estas circunstancias, tratándose de tu corazón, sea tanto el físico como el financiero, lo que deseas es ser tratado por el mejor especialista posible.
Posiblemente no vas a encontrar a los mejores especialistas con la frase de búsqueda de “abogados baratos Ley Segunda Oportunidad”, o “médicos baratos operación corazón abierto”.
Parece que últimamente abundan este tipo de anuncios, e incluso algunos videos malsonantes, en los que parece que vendan golosinas , en vez de servicios jurídicos profesionales, dentro de todo tipo de redes sociales, que no tienen en cuenta el servicio profesional y especializado, y solo quieren vender sistemas low cost.
Si todavía estás aquí, me sentiré feliz por haber captado tu atención y podré ayudarte a comprender que tu salud financiera se encuentra en un grave riesgo.
Cuando una persona, sea empresario, o consumidor, se encuentra en un momento en el que no puede cumplir con sus obligaciones, puede tener una situación momentánea, o puede tener un grave problema.
Sea la situación que sea, en la que se encuentre, ha de dirigirse a un especialista para que en primer lugar vea los síntomas, realice un buen diagnóstico y busque el remedio más eficaz para cada caso.
Hemos de tener en cuenta, como en tantos posts que he escrito, que el cliente que nos llega en esas circunstancias, es un cliente que lo ha pasado francamente mal y que necesita ser escuchado y comprendido, y precisa de una mano humana que le acompañe durante todo el procedimiento.
Esa persona lo que busca es volver a ser feliz, ser libre de acosos y problemas económicos y volver a sentir que se le ha devuelto la dignidad.
Por mucho que haya adelantado la tecnología, solo por este medio, es imposible, que una persona con problemas se vea acompañado del principio al fin.
Los seres humanos necesitamos del contacto; necesitamos que se nos hable con los ojos, para poder confiar y aún más en el escenario actual de las enormes crisis que están angustiando a tantas personas.
La tecnología es ideal para funciones automáticas, pero nunca debe ser lo único para dar atención profesional y personalizada a un cliente.
Según fuentes oficiales, en el sector de la abogacía, la queja más común de los clientes, es que su abogado tarda muchísimo en contestar sus consultas, o simplemente, no le atiende al teléfono.
Los “abogados baratos Ley de la Segunda Oportunidad”, cuentan con un tiempo muy limitado para poderle ofrecer, puesto que para que le sea mínimamente rentable su negocio, deberán poder firmar encargos con numerosos clientes y la jornada laboral sólo cuenta con 10 horas, a lo sumo.
Son ya innumerables los casos, en que desde nuestro despacho, damos asesoramiento a clientes, que después de meses y meses, han optado por cambiar de abogado, o contratar refuerzos y horas de consultas.
Firmar una hoja de encargo con un cliente, y luego no atenderle debidamente, merece un reproche ético, pero es que las horas baratas dan lo que dan.
Y es que el dicho, desafortunadamente, lleva razón, “lo barato sale caro”
El procedimiento de la ley de la segunda oportunidad, es uno de los más complejos que existe a causa de las innumerables reformas y modificaciones.
En la primera frase de la exposición de motivos del Texto Refundido de la Ley concursal, ya indica que:
“La historia de la Ley Concursal es la historia de sus reformas. Es difícil encontrar una ley que, en tan pocos años, haya experimentado tantas y tan profundas modificaciones”
Para poder estar al día, el abogado especialista en la ley de la segunda oportunidad, ha de pasar horas y horas, después de su jornada laboral, estudiando las reformas, modificaciones y jurisprudencia.
Algo de lo que no advierten los “abogados baratos Ley de la Segunda Oportunidad”, es que el concurso puede ser calificado de culpable, y de llegar a ser así, además de perder la oportunidad de conseguir el perdón de las deudas, el cliente podría sufrir otras consecuencias.
Aparejado a la calificación culpable, opera la inhabilitación para poder representar a cualquier otra persona para un mínimo de 2 años.
Por lo tanto, no siempre se consigue, y si alguien te da la garantía al 100%, huye….
El procedimiento de la Ley de la Segunda Oportunidad no es un juego y nunca debería tratarse como si de eso se tratara.
Los abogados especialistas en la ley de la segunda oportunidad, luchamos de corazón, cada día para que todos los deudores de buena fe, consigan de nuevo emprender el vuelo sin deudas, para que sean libres de nuevo; para que recobren su dignidad.
Si te encuentras en una situación de insolvencia, busca a un buen especialista, que los hay y de reconocido prestigio y no te dejes influir solo por el precio más barato
Si no puedes costearte un abogado especialista, siempre te queda la opción de acudir a justicia gratuita.
Espero con este post, al menos, haberte hecho reflexionar y que puedas acceder a tu libertad y a tu dignidad de nuevo, con todas las garantías de éxito.