Ansiamos el éxito. Deseamos la felicidad, el reconocimiento, lo buscamos a veces desesperadamente.
Nos lanzamos continuamente en búsqueda de la mina de diamantes, joyas y tesoros, que va a ser, según pensamos, y según nos han enseñado, la que nos va a permitir salir de momentos duros, críticos, y de baja autoestima.
Con cada nueva oportunidad que brilla ante nuestros ojos, nos ilusionamos, y creemos que puede ser la solución a todos nuestros dilemas, y a todos nuestros problemas.
Iniciamos, con la mejor intención, y proceder en una ardua tarea de un proyecto nuevo, de un nuevo camino hacia el éxito, buscando el dorado, la mina de diamantes.
Trazamos grandes planes para conseguirlo, y al final del camino, en muchas ocasiones, nos damos cuenta que fue otro espejismo más, que nos fue vendido, como la solución inmediata y sencilla, para llegar a nuestro objetivo.
La mina de diamantes reside mucho más cerca de lo que podemos llegar a imaginar.
Dentro de cada uno de nosotros tenemos un tesoro inmenso, nunca descubierto, que no nos podemos ni llegar a imaginar.
Nos aferramos con la idea que lo mejor está fuera, pero no es así. Lo mejor de cada persona, y el éxito está dentro de nuestros corazones, de nuestra alma, de nuestros quehaceres diarios.
Con cada decisión tomada, cada palabra hablada, cada gesto, cada pensamiento, cada ilusión, cada esfuerzo, se da un nuevo paso hacia la búsqueda de la mina de diamantes que todos poseemos en nuestro interior.
Si lo que buscamos es el reconocimiento, la clave es dar reconocimiento a otras personas, con pequeños detalles, que aunque parezcan insignificantes en el momento de ponerlos en práctica, siembran en el corazón de otras personas una semilla que nos brindará un fruto positivo inesperado.
El reconocimiento a otras personas debe ser franco y verdadero, pues de ello sale la verdadera gratitud, y agradecimiento. De nada sirven las alabanzas vacías y hipócritas, ya que éstas de notan a una legua, y conllevan resultados contrarios a los deseados.
Si lo que buscamos es una recompensa económica, debemos planificar nuestra estrategia financiera paso a paso. Bien medida, bien pensada, y ponerla de inmediato a la práctica. Con pequeños ejercicios diarios, lograremos ser los amos de nuestra estabilidad económica.
Si lo que buscamos es obtener el éxito en nuestro proyecto, o emprendimiento, será necesario planificar paso a paso, y meta por meta, nuestra visualización hacia la consecución del objetivo marcado.
Si lo que buscamos es mejorar la relación con nuestro entorno, debemos dar el paso, de ser mejores parejas, padres, amigos y familiares, aportando en cada momento comprensión y cariño, hacia las personas que tenemos más próximas. Pensar que ellas ya saben que estamos a su lado, y que pueden contar con nosotros cuando nos necesiten, no es suficiente, para llegar a un alto grado de comprensión, cariño, amor y amistad. cada persona es un mundo, y puede que las personas de nuestro entorno, no piensen lo mismo que creemos nosotros.
Si lo que buscamos es tener una buena imagen, de nada sirve correr hacia las operaciones de cirugía invasivas, sino que sería imprescindible, crear el hábito del deporte y de la alimentación sana y equilibrada.
En mi post, el mágico poder del efecto compuesto, detallo algunas pequeñas actividades y hábitos a llevar a cabo, con tan solo una hora al día.
Ese tiempo que pasamos enfrente al ordenador, en redes sociales, o simplemente viendo cosas que nunca nos aportarán, puede sencillamente convertirse en un tiempo muy productivo, para encontrar nuestra mina de diamantes interior.
Si en vez de buscar ese tesoro soñado en el exterior, lo buscamos en nuestro interior, conseguiremos ser personas con una grandeza infinita. Todo está dentro de cada uno de nosotros.
Es imposible llegar al éxito, si no estamos preparados interiormente. El estrés de nuestro entorno y nuestra sociedad, y los cientos de inputs que nos llegan a diario, tratando de convencernos de que necesitamos cosas materiales, para llegar a la felicidad absoluta, no es más que un pobre reflejo de inmadurez, y de un egoísta interés, por parte de una industria consumista, a convertir productos, y servicios que nunca habíamos necesitado, y a lo mejor nunca habíamos conocido, a convertirlos en una necesidad creada, para luego vendernos y convertirnos en consumistas de lo absurdo.
Seamos fríos, y reflexionemos con la cabeza en la realidad de nuestro entorno;
[Tweet «Se nos crean necesidades que no tenemos, para vendernos soluciones que no necesitamos.»]
Si buscas tu mina de diamantes, no te alejes demasiado, ésta reside dentro de ti.
Muchas veces nos ocurre, buscamos una y otra vez fuera, pero como bien dices Marta, todo está en nuestro interior, muy interesante, el post.
Si, Mari, es mucho más sencillo, de lo que parece. Gracias.
Gracias, Marta, por estas reflexiones. Las comparto contigo completamente. Si no cambiamos, nada cambiará, ni seremos capaces de valorar nada.
a veces hacemos mil peripecias innecesarias, para estar de nuevo de regreso al punto de partida.. Beso Juana
Vaya susto que me he llevado, pues al leer el título del debate lo primero que he visualizado ha sido «Marta embargada por asunto de diamantes».
Mujer, que uno ya no está para sustos!
Por lo que respecta al artículo, he de decir que ha sido el que más me ha gustado hasta el momento, pues pones el acento en el valor individual de las personas y sobre todo lo que dices al final: «Seamos fríos, y reflexionemos con la cabeza en la realidad de nuestro entorno».
Yo sólo añadiría que las metas tienen que tener dos requisitos imprescindibles: ser a corto plazo y alcanzables.
Felicidades Marta.
Gracias Jose!!!!