Las tarjetas de crédito sin duda, son instrumentos financieros, de gran utilidad y seguridad, siempre que se manejen inteligentemente.
A la vez, que son instrumentos geniales, el hecho de no tener consciencia de lo que se tiene entre las manos o de su mala utilización, pueden llevar a que se conviertan en un instrumento de doble filo, y pasar de ser aliadas files, a las más grandes causantes de muchos de los problemas económicos y financieros de las familias.
La mayor parte de problemas, son ocasionados por los motivos siguientes;
- Personas adictas a las compras de todo aquello que no necesitan.
- Es fácil recurrir a ellas, en caso de apuros urgentes.
- Al no sacar dinero en efectivo de la cartera, da la sensación de que no se gasta.
- Muchas personas piensan… el mes que viene, ya lo recuperaré.
- Pocas personas sacan sus cuentas reales de gastos pagados con las tarjetas.
Llega un momento en la vida financiera de miles de personas, en que la tarjeta de crédito, pasa a ser como una trampa para pájaros, como más se mueven y se enredan más difícil es salir de ella.
Mientras los usuarios, las utilicen con sentido común, y queden sus saldos cubiertos cada mes, no debe existir ningún problema.
El problema sale a relucir en el momento que se tiene una tarjeta de crédito excedida.
Los intereses por exceso en las tarjetas de crédito, en muchas entidades rallan el 30% de interés TAE, por lo que el hecho de no amortizarla rápidamente, conlleva que cada mes se incremente la deuda, sólo con los intereses del excedido, y la suma del principal, y de los excedidos, si no se amortiza, y devengar más intereses de excedido los próximos meses.
Es como una bola de nieve, que crece mientras va rodando.
A esa cuantía porcentual de intereses, la llamo personalmente usura legal, ya que no existe actualmente normativa reguladora que limite este tipo de intereses, y al no estar obligado el banco, se aprovecha de este margen ganancial elevadísimo.
Lo más aconsejado es cambiar de inmediato el importe de la tarjeta de crédito excedida, en un crédito, o préstamo personal.
Actualmente los préstamos personales rondan un 8%.
Parece que sea coherente y sencillo, pero en realidad, a la mayor parte de entidades, cuando se les plantea tal solución de cambiar las tarjetas de crédito excedidas por préstamos personales, parece que se hayan puesto de acuerdo en la respuesta. «No dejamos préstamos, para pagar otras deudas».»
Lógicamente la entidad tiene la misma garantía con la tarjeta de crédito excedida, que con el préstamo personal, sin embargo prefieren cobrar un 30%, a un 8%.
Por el momento no tienen ninguna obligación de aceptar este cambio, que sería la clave para que las personas pilladas en la trampa de la tarjeta de crédito excedida, tuviesen la oportunidad de reestructurar sus deudas, y poco a poco, conseguir llegar a la estabilidad económica.
¿Cuál serían los pasos a seguir para solicitar este cambio, y tener más oportunidades de éxito, referente a esta petición?
En primer lugar, mandar por correo certificado, o a través de entrada sellada en la oficina de la entidad, un escrito, dirigido al director, o interventor de la misma, solicitando el cambio, alegando la buena disposición a cumplir con tus deudas, y mencionando que la situación actual, puede causarte conflictos económicos y problemas de pago.
Al cabo de unos 10 días, si no se ha recibido respuesta por parte de la entidad, el paso siguiente sería mandar un escrito al SAC (servicio de atención al cliente) de la entidad. Encontrarás la dirección en la página web de cada entidad.
Las cartas o reclamaciones dirigidas al SAC, van directamente al Banco de España, con lo que de inmediato ésta se pondrá en contacto con el director de tu oficina, preguntando a cerca de ello.
A ningún director, le agrada que se formule una queja, o se dirija un escrito al SAC, hablando de su entidad, y mucho menos mencionando que no se ha dado respuesta alguna a una petición por escrito por parte del director a un cliente.
En la mayoría de los casos, y en la situación actual, no hará falta llegar tan lejos, ya que muchos directores están sensibilizados, con estas situaciones, y a lo que aspiran realmente es a no tener problemas de morosidad, ni descubiertos en las cuentas de sus oficinas.
Si tienes confianza con el director de la oficina , empieza antes de mandar escrito alguno, por llamarle personalmente y concertar una entrevista con él/ella directamente.
De todas formas reitero que no tienen obligación alguna para cambiar tu tarjeta de crédito excedida a un préstamo personal, más si no lo intentas, nunca sabrás si puedes conseguirlo.
Tu educación financiera te hará libre.
[Tweet «De nada vale esconder la cabeza debajo del ala, y pensar que los problemas se van a solucionar solos.»]
hay un buen dicho que dice así, y que puedes retweetear, si quieres…
[Tweet «Ocúpate ahora, para no tener que preocuparte luego»]
Un agradecimiento especial a AR, y a GP, almas ocultas de este post.
Felicitarte Marta por esta Información que seguro que será de gran utilidad para todos. Sí es verdad que la solución de conversión de tarjeta de crédito a préstamo personal puede ser válida siempre y cuando tengamos en cuenta que con el cambio, la banca no nos pida un aval, por ejemplo cuando la tarjeta va a nombre de una persona mayor.
Joaquim , gracias por tu comentario, pero estamos hablando de garantías personales, con lo que se responde con todos tus bienes presentes y futuros. Es lo mismo que estar avalando con todo.
Con el aval del crédito personal, la banca siempre gana.
Sin duda que es un dolor de cabeza enorme esto de las tarjetas y es que efectivamente, es algo que a veces no pensamos y venga a tirar de la tarjetita el proximo mes me pongo al día…pero lamentablemente te pilla y en nada te ves envuelto en una deuda que no baja, mas bien sube mes a mes…Muchas gracias Marta, fantastico artículo, me toca de cerca… 😉
Gracias Alejandra. Lo bueno del grupo de Educacion financiera para todos, es que se aprende practicando
Muy bueno el post Marta, y seguro que sera de mucha ayuda para los incondicionales de las tarjetas.Desde luego que nos sacan a veces de algun apuro, pero hay que usarlas con mucha prudencia, porque como tu bien dices son una potente arma de doble filo.
Si, Dora. Causan verdaderos problemas financieros en las familias.