Al planear un emprendimiento es importante tener como meta el éxito del negocio. Y para este éxito hay que comenzar a planear en negocio con todos sus detalles:
El primer paso es estudiar la viabilidad del producto en el mercado, qué valor puede tener, qué permisos hay que tramitar y, de ser necesario, buscar capacitarse o asesorarse. Es bueno volcar en una lista todas estas tareas para no omitir ninguna.
El segundo paso del éxito es encontrar la motivación para este emprendimiento. Es decir, cuál es la razón por la que estoy en este camino de negociación. El enfoque debe estar puesto en el objetivo y no en los problemas a los que nos enfrentaremos para lograrlo. Los problemas deben ser motivo de ocupación y no de freno para abandonar el proyecto.
El tercer paso es comenzar con la inversión mínima, aunque se disponga del dinero siempre es saludable comenzar con poco porque de esta manera se irán aprendiendo los pasos paulatinamente, sin saltos ni sobresaltos y en caso de errar el camino la pérdida es poca y se puede iniciar nuevamente otro camino. En etapas posteriores se puede ampliar e incluir otros productos, buscar franquicias, inversionistas, etc.
El cuarto paso que nos llevará al éxito es probar el producto antes de embarcarse en una compra abundante y no saber qué hacer con él. Algo que se está dando mucho es importar productos chinos para lo que es conveniente comprar algunos y ver cómo se los puede vender, dónde y a qué precio y una vez analizado el mercado entonces se podrá encargar una cantidad mayor. La investigación de mercado es necesaria para cometer la menor cantidad de errores posibles.
El quinto paso que nos conducirá al éxito es tener los conceptos bien claros en nuestra mente de modo que si nos preguntan en qué se basa nuestro emprendimiento y por qué es más ventajoso que los de la competencia, pueda responderse en pocas palabras. Por ejemplo, una ventaja puede ser el precio al que lo podemos ofrecer, o el hecho de que sea artesanal, o porque puede ofrecerse a toda hora, etc.
El sexto paso que tenemos que dar es analizar el capital: el emprendimiento debe iniciarse con el dinero que hemos ahorrado y no con el que usamos para vivir porque hay que evaluar la posibilidad del fracaso. Todas nuestras energías están puestas en el éxito pero la posibilidad de errar y tener que empezar de nuevo es algo que puede suceder, por tanto, buscaremos el menor impacto en nuestras vidas en caso de equivocación.
Y por último, ser constante y paciente en el camino que iniciamos porque no se triunfa de la noche a la mañana. Feliz éxito.