Parte de emprender es cometer errores. La diferencia entre los exitosos y los que no lo son, es que los primeros toman los errores como aprendizaje, mientras los segundos lo toman como un motivo para volver al trabajo clásico. Sin embargo, siempre que se pueda evitar cometer algunos de los errores, gracias a que otras personas ya los han vividos, bienvenido sea.
Ver: 6 consejos para emprender que nadie te dará
A continuación, algunos de los más comunes:
1. Comenzar en grande
Muchos emprendedores, al encontrarse de una vez por todas, con la oportunidad que estaban desando todas sus vidas, y al tener tanto planificado, quieren lanzar con una empresa que cumpla con todo lo que quieren incluir en su proyecto. No es una buena idea. Es imposible que alguien tenga todas las certezas y situaciones resueltas cuando comience. Al emprender, la mayor parte del aprendizaje ocurre una vez que se pasa a la acción, en la operativa diaria, y experimentando.
Por otro lado, al empezar con un proyecto de menor escala, el riesgo es menor, por lo que cada posible fracaso es más barato. Si nuestro producto no funciona, no habremos invertido una gran cantidad de dinero, si no que podremos hacer cambios al producto sin perder mucho dinero.
2. Querer hacer todo solo
Es muy común. Las personas tendemos a sobre-estimar nuestras propias capacidades, así como también subestimar la de otros. El gran problema de nuestras experiencias previas trabajando con alguien más quizás no fueron las ideales. El verdadero potencial de la combinación de dos mentes se desata cuando ambas personas tienen habilidades complementarias, así como una buena relación personal.
Lo mismo ocurre con el delegar tareas. Debe aceptar que no puede ser el mejor en todo. Hay profesionales o aficionados con mucha mejor capacidad de cumplir con ciertas tareas. Anímese a contratar y, si lo hace, que no sea en vano. Delegue trabajo, y confíe en quienes trabajen con usted.
3. Tener fobia a los clientes
Por más bueno o completo que sea su producto, los clientes no se acercarán a menos que vaya a buscarlos. Es natural que sienta cierto temor a ser rechazado por un posible cliente. A todos los emprendedores les ha ocurrido en algún momento. Es importante que aprendas a tomar ese «miedo» como una señal de que estás ante algo importante. Cuanto más difícil es algo, seguramente mayor sea el impacto positivo de lograrlo.
Para reducir esta ansiedad al máximo, es muy útil el averiguar lo máximo posible acerca de las personas o empresas a las que vaya a vender. No solo usted se sentirá más cómodo durante la venta, sino que la otra persona sentirá que está conversando con alguien que conoce sus problemas diarios, sus posibles motivaciones, soluciones, etc.
Ver: Los 10 pasos para liberarte del miedo a emprender
4. No estar preocupado por mejorar/aprender
Así como dijimos que lo importante es comenzar, también lo es el no cometer dos veces el mismo error. Es importante sacar conclusiones de todo lo que hacemos, para optimizarlo la próxima vez que lo hagamos. Una costumbre muy buena en cualquier emprendimiento es medir todo lo que se hace, para saber si se mejoró, si se está generando valor, etc.
Aprender también abarca el significado más directo del término. Leer libros, tomar cursos, asistir a seminarios: todo lo que genere un aprendizaje es de suma importancia para un emprendedor. Son innumerables los casos en la historia en los que un pasaje o un capítulo iniciaron el camino de un emprendedor que posteriormente alcanzó el éxito.
5. Ser un tacaño
El punto principal es invertir en un buen equipo, ya sea interno o externo. Trabaje con la seguridad de que tiene un buen respaldo legal y contable. En definitiva, en cualquier área donde un error podría ser mucho más caro de lo que se ahorra contratando a profesionales más económicos. Lo mismo con otros empleados que contrate y que no quiera capacitar. El tener personas no preparadas en su equipo puede ser más caro que nada.
En otro orden, muchos emprendedores evitan invertir en servicios como diseño, programación, etc. La apariencia general que transmite un sitio, una tarjeta personal o una carta de venta, pueden llegar a tener mayor efecto del que se imagina.
Ver: 5 formas de ahorrar en un emprendimiento
6. No creer en el networking
Es muy difícil tener éxito como emprendedor sin contar con un buen nivel de networking. De hecho, lo ideal es comenzar antes de emprender, de modo de ir encontrando a las personas adecuadas para cada etapa del proyecto. No solo para el equipo, si no aquellas personas que nos van a poner en contacto con personas clave para solucionar problemas que vayan surgiendo en el camino.
7. Tener muchos proyectos a la vez
Uno, como máximo dos, es la cantidad de proyectos simultáneos recomendados para garantizar un correcto funcionamiento. El foco implica destinar más energía a un proyecto y, cuanto más energía recibe, más probable es que crezca. Lo mismo con cada persona que conocemos. Si le hablamos de dos proyectos distintos, recordará menos lo que le comentamos en comparación a si solo le hablamos de uno.